7:30 de la mañana – Pedro abre los ojos y echa un vistazo a su móvil. Comprueba que tiene más de 50 mensajes en WhatsApp, 14 likes en Instagram, 15 notificaciones en Facebook y 3 retweets en Twitter. Como cada mañana mira su pantalla y decide contestar algunos WhatsApp’s.
8:10 de la mañana – ¡Vaya! Le queda un cuarto de hora para asearse, desayunar e ir al instituto. Y por si fuera poco, una foto que subió a Instagram ha tenido poquísimos likes. Aún no ha salido de casa y ya se encuentra estresado.
Esta historia se repite en muchos hogares del mundo. En este caso, Pedro representaba a un adolescente. Este comportamiento que hemos visto no se limita a los adolescentes, también hay gran número de adultos que están enganchados al móvil. La profesora Sherry Turkle (del Massachusetts Institute of Technology: MIT) comenta que una gran parte de los adolescentes en EEUU envía una media de 100 mensajes diarios. Un dato más preocupante, según Turkle, es que en estos últimos 20 años hemos retrocedido hasta un 40% en indicadores de empatía. Con las nuevas formas de comunicación digital se están perdiendo las conversaciones cara a cara. En este interesante vídeo se puede ampliar sobre el tema:
En este post quiero animar a padres y/o educadores que realicen la siguiente práctica consigo mismos y con sus hijos y/o alumnos. Quiero recalcar que los adultos también podemos tener cierto grado de adicción al móvil. Por eso es interesante que nosotros también hagamos la práctica. De esta manera, cuando se la hagamos a nuestros hijos o alumnos, podremos sentir y comprender mejor lo que sienten ellos.
¿En qué consiste la práctica?
- Se trata que durante 5 minutos (aprox.) saques tu teléfono móvil y te lo pongas en la mano como haces habitualmente. El teléfono ha de estar en funcionamiento normal. Sobretodo, si estás esperando una llamada urgente, realiza esta práctica cuando la hayas atendido.
- Realiza un par de respiraciones profundas y siente como el aire entra por tus fosas nasales y vuelve a salir.
- Siente el contacto de tus dedos con el móvil. Trata de percibir si el material del móvil es frío, templado o cálido. Observa como tu mano se adapta a la forma del móvil y te permite sostenerlo.
- En cualquier momento puede llegar una notificación de tus App’s, si esto sucede no vayas de inmediato a ver qué es. Es decir, no entres en la App aún. Respira profundamente y observa qué sucede en tu mente y cuerpo cuando has recibido la notificación. ¿Sientes alguna sensación física diferente en tu cuerpo? ¿te vino algún pensamiento? ¿te sientes relajado? ¿quizás estresado? No hace falta que escribas las respuestas, simplemente comprueba tu estado y detecta como estás. Finalmente, accede a la App y observa la notificación que has recibido. De nuevo, ¿sientes alguna sensación física diferente en tu cuerpo? ¿te vino algún pensamiento? ¿te sientes relajado? ¿quizás estresado?
- Podría ser que en este tiempo no entrase ninguna notificación, perfecto no pasa nada. Sigue respirando profundamente y siente el contacto de tus dedos sobre la pantalla del móvil. Observa si mientras haces esto te viene algún pensamiento o si sientes alguna sensación física diferente en tu cuerpo.
- Hemos llegado al final de la práctica, date la enhorabuena por dedicar estos minutos a experimentar qué se siente al relacionarte con tu móvil de una forma más consciente.
Consejos
- Un consejo muy importante, adopta una actitud de principiante. Imagínate que es la primera vez que sostienes ese dispositivo en tu mano.
- En esta práctica no hay respuestas buenas ni malas. El hecho de que lo estés intentando ya es todo un éxito.
- Puedes ponerte una alarma en el móvil que dure 5 minutos para saber cuando finaliza la práctica.
Enlaces de interés
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