Imagina tu mente como una de esas bolas de cristal tan típicas de navidad. Recuerda que si la mueves con intensidad, la nieve se agita y no deja ver correctamente la figura o el paisaje que hay en el interior. Desde que practico la meditación Mindfulness, esta metáfora, se ajusta mucho con lo que he ido descubriendo sobre el funcionamiento de mi mente. En los primeros meses de práctica, descubrí que el foco de mi atención saltaba de pensamiento en pensamiento de una forma aleatoria. Este es el patrón que había estado acostumbrado a usar durante muchos años. Este modo de funcionar ante la vida es el que me causa malestar e insatisfacción. La mente pasa gran parte de nuestro tiempo viajando a experiencias pasadas o situaciones del futuro. Pasamos muy poco tiempo conectados con lo que estamos haciendo aquí y ahora. En un magnífico vídeo, Matt Killingsworth demuestra que un parámetro muy importante en la ecuación de la felicidad es la capacidad de estar plenamente conectado con el momento presente: Enlace vídeo.
He podido experimentar esta sensación de plenitud al estar conectado en el momento presente. Me ha permitido disfrutar más de los alimentos, disfrutar de conversaciones más profundas con otras personas, estar más atento y centrado en las sesiones de coaching que doy, tener más empatía y compasión hacia otras personas, tener más resiliencia en mis propios proyectos, dejar de procrastinar, etc. Otro aspecto importante es, que ahora tengo un margen de tiempo para reaccionar ante un estímulo externo. Ante el enfado de un compañero o un conflicto laboral, percibo como se van gestando las emociones en mi interior. Esta auto-conciencia emocional me permite poder gestionar mejor mis emociones en situaciones difíciles.
Como se puede apreciar en este vídeo de Daniel Goleman: Enlace vídeo, el hecho de estar menos centrados en nosotros mismos nos hace más compasivos. Esto guarda una relación con la capacidad de estar presentes en el aquí y el ahora. Cuando estamos centrados en nuestros problemas, es decir estamos recordando antiguos problemas o inventamos nuevos para el futuro, no estamos conectados con todo lo que nos rodea. Con esta desconexión es común que nos pase lo que vemos en el siguiente vídeo: Enlace vídeo.
Para acabar, decir que la meditación Mindfulness, es un buen entrenamiento para poder tener más claridad en nuestras ideas y estar más presentes en todo lo que hacemos en nuestro día a día. Si quieres profundizar sobre el método, te dejo un artículo que escribí para explicarlo de una forma amena y sencilla: Enlace. Acuérdate de leer este artículo con total presencia 😉